miércoles, 25 de marzo de 2009

Haciendo Historia

Como si me embarcara en un viaje espiritual arrastrado por peyote mexicano, desde mi sillón desvencijado pude anticipar años en el tiempo.
Proyecté mi vida a mediano plazo, me pude ver comprando un plasma de 124 pulgadas, un auto ( a pagar en 8 años) y una casa a cambio de mi alma con tasa variable.
También me imagine formando una familia, vacaciones en la playa y para que las imágenes no tengan gusto a poco… un perro peludo corriendo por la casa. Cuando mi imaginación trató de ir mas allá me encontré con un ataque de claustrofobia para nada relacionado con el lugar físico donde estaba, sino con el futuro deparado.
Alejado de cualquier tipo de religión, las respuestas sobre la existencia no aparecerían solas en el aire, mucho menos en un libro sagrado.
Muchas veces había vaciado la heladera tirando naranjas (que lejos de hacer honor a su nombre: eran marrones), mermeladas que venían acompañadas de manchas olvidadas por alguna cuchara de queso blanco que nunca debería haber entrado en ese frasco, había pagado tarjetas de crédito vencidas … pero nunca me había enfrentado a una fecha de vencimiento propia… en un nivel superior… digamos universal… yo no era mucho mas útil que ese frasco de frutillas azucaradas y aplastadas.
La idea de una lapida con una fecha y una frase del estilo “padre ejemplar, trabajo con una computadora toda la vida y una vez le salio un truco con el yo yo bronco” me torturaba cada mañana cuando me afeitaba… No había escrito las 4 estaciones de Vivaldi, no tenia idea como tallar un mármol que se parezca a un David, tampoco sobre que tema escribir un libro. Cuando era chico había plantado un árbol de nísperos pero ya se había secado.

Me quede dormido y los pensamientos pasaron a mezclarse con sueños, haciendo que me cueste diferenciar el estado de vigilia de la realidad.
De repente sentí€ que Buenos Aires me salvaría.
No podía entender como no lo había pensado 15 minutos antes, simplemente existiendo, caminando por las calles, respirando el aire sucio, comiendo maní en los bares sucios de san Telmo y probándome sombreros hippies en las ferias artesanales... tenia que pasar a formar parte del paisaje de la ciudad, era la única forma de ser inmortal.
Me desperté con el cuello duro como una pizza a la que en lugar de harina le pusieron cal y arena, pero con una sensación de renovación, como un monje que acaba de tener una revelación al pie del mote Sinaí. Me bañé, me vestí y empecé la segunda parte de mi vida…
Pase horas caminando por plaza de mayo, puntualmente por detrás de las parejas que posaban para una foto, no pretendía ocupar un rol protagónico, simplemente ser “ el tipo que pasa caminando por entre las palomas con una bufanda cuadriculada que se vuelva con el viento”, pase de lado a lado en puerto madero por el puente de la mujer unas 25 veces, con seguridad puedo decir que salí en 14 fotos, dormí en hostels de Palermo ofreciendo noches inolvidables a irlandesas o australianas y me esfumaba antes de que la luz del día estropee la magia inventada… no buscaba placer sexual, simplemente pasar a formar pare del recuerdo de buenos aires… el día de mañana esas chicas serian abuelas que le cuenten a otras viejas tomando el té sobre el obelisco, las cataratas y que conocieron el verdadero amor en las escaleras de un 4 ambientes transformado en “petit hotel”. Así pasaron meses… me sentí extasiado cuando ojeando libros en la calle corrientes mi reconocí a mi mismo en la portada de un libro que recomendaba “ los mejores restaurantes de buenos aires”, mi cara era irreconocible, pero era una figura borrosa que entraba a un “resto” de recoleta, y solo la idea de imaginarme en “cuadritos” en casas que nunca visitaría, y en álbum que los que sacaron la foto tampoco verían, pero que otras personas algún día dirían “mamá quien será este que estaba caminando cuando te sacaste esta foto en Buenos Aires?”.
Con el tiempo me fui profesionalizando, aprendí a bailar Tango para ampliar las posibilidades de ser atrapado por una “ canon (VER)” o una “Nikon”…después de 3 años y medio de dormir en hoteles hostels, y de cientos de cervezas en bares europeos de microcentro sabia 6 idiomas, es el día de hoy que no se cuando volveré a usar el “turco”.
Empecé a sentir la confusión típica de la vigilia de esa noche, durante las mañanas y las tardes, había momentos en los que no podía distinguir si estaba tratando de sumarme a algún recuerdo porteño o si soñaba hacerlo, empecé a pasar tardes enteras sentado en la mesa del tortoni que esta ubicada justo al lado de un busto de Gardel, a veces incluso me hacia el dormido para que la foto sea mas tentadora y que al menos las mesas cercanas se lleven esa imagen. Un Lunes de lluvia que Avenida de mayo estaba totalmente inundada me acerque a hablarle a un grupo de visitantes exóticos pero cuando abrí la boca yo mismo me sorprendí de una tonada gauchesca que no me pertenecía, intentaba hablar con mi voz pero ya no sabia cual era, cual era mi acento y si los turistas eran ellos o yo venia de Finlandia para pasar unos días en una estancia campestre. Estos días confusos pasaron a ser simplemente “un día más”, se repetían muy seguido…

Perdí la noción del tiempo, pero se que un par de meses después del episodio gauchesco, pude visualizar mi capilla Sixtina, mi obra maestra, aquella por la que me recordarían varias generaciones…



RECORTE PERIODISTICO
La Nación, 26 de mayo de 2014
…” durante una muestra de futbol organizada por el gobierno en un escenario en la 9 de Julio, un psicótico disfrazado de martín fierro, quien aparentemente llego al lugar en colectivo comiendo dulce de leche desde plaza de mayo, pudo escapar de la seguridad y asesino a diego Maradona y a Lionel messi clavándoles una bombilla de alpaca en la yugular, este día, quedara en la historia de los argentinos y del mundo entero”…

miércoles, 14 de enero de 2009

Matrix o la chacarita?

Gonzalo.
39 años
Vista: perfecta.
Colesterol: perfecto
Presión: perfecta
Vicios: cero
Alimentación: perfecta

Porrazo: Flor de golpe contra la bacha del baño.

(30 segundos despues del evento desafortunado se encuentra en otro lugar)

Gonzalo piensa con inseguridad...

Miro para abajo… todo blanco, miro para arriba… blancura total, por todos lados… Blanco Ala (marca registrada)…

(Deja de pensar y grita exaltado)
ESTOY EN LA MATRIX!!!!!!!!!!!!!!!

(responde una voz con mucho eco).
-donde?
- en la Matrix…
- me tienen podrido con esa película, voy a tener que cambiar la decoración...
-donde estoy?
-en ningún lado
-el cielo?
-ningún lado
-Mi abuelo esta acá?
-tu abuelo esta en el infierno Gonzalo, era un desastre…
-pero me dijeron que se iba al cielo
-esto no es el cielo, es ningún lado. Te habrán mentido con respecto a donde esta tu abuelo, y con respecto a nuestra ubicacion te voy a decir poco... si agarras un mapa y unís la estatua de Jesús de Río de Janeiro, las pirámides de Egipto y la estatua de Buda más grande de Tailandia, te da el lugar exacto,.. en el medio de esas coordenadas...
-enserio? Entonces dios existe!
- no, nada que ver, te quería hacer emocionar… si te tomas el Subte que pasa por Chinatown, New York, te sentas y esperas que termine el recorrido, te bajas... caminas 10 metros por las vías y hay una puerta verde, entras y ahí estamos, pero vos no podes salir mas...
-por que New York?
- que se yo, King Kong se cuelga del Empire State, cada vez que vienen marcianos atacan New York, godzila, etc.… no quería ser menos…
-OK, tenes que dejar de ir al cine y empezar terapia… y ahora que hacemos?
-yo nada, vos?
-que se yo, sos dios?
-no
-quien sos?
-dios
-me dijiste que no eras dios
-bueno, no soy dios
-ahora no te creo
-nunca me creíste, que diferencia hay?
-ninguna, te voy a preguntar algo… si me contestas…te creo...
-Dejame pensar… NO
-Dale, si ya estoy muerto
-NO
-Me vas a tener que dejar…
-Ah, si? Y por que?
- mi vecina era vidente, la llamo y le digo donde estamos, le entrega la locación de este lugar a un licenciado en marketing, en dos semanas pasa a llamarse "Palermo heaven", te instalan " Wi-Fi" y venden las parcelas…
-bueno, Negociemos, que queres saber?
-Un par de cosas, primero y no por eso mas importante… por que muchas veces frenan todos los autos de la general paz al mismo tiempo, y a los 20 segundos arrancan otra vez? Sin choques, salidas, nada… frenamos, arrancamos, frenamos arrancamos…
-Bueno, por empezar la eternidad es muuuuy larga, con algo me tengo que entretener... Desde arriba es tan cómico… en un rato lo vemos si queres…Eso querías saber?
-Entre otras cosas, me podes explicar que hace Marcelo tineli en la televisión?
-No
-No tenes respuesta?
-La televisión no esta bajo mi juridisiccion, de eso se encarga la competencia
-El Di...
-NO LO NOMBRES
-Por que?
-No sabias que cada vez que lo nombras a el o me nombras a mi nos llega un mail?
-Como?
-Claro, cada vez que alguien dice "dios mio!!!" me llega un mail con una foto de la situación y un resumen, pero... Calcula que son muchos… tantos que cuando tengo tiempo de chequear cada caso, generalmente esa persona ya esta por acá y no le sirve de nada mi ayuda..
-Eficiente tu sistema
-Me estas cargando?
-No, tengo otra pregunta
-Dale (impacientándose)
-Estas arrepentido de algo?
-Si,de muchas cosas. Te cuento una sola... cuando cree al hombre, lo hice en distitnas variedades, los chinos se me fueron de control, ya no entiendo que diseñan ni como lo fabrican… al principio los miraba muy entretenido mientras inventaban la pólvora y otras cosas muy utiles como los fideos de arroz (agrega sarcasticamente), cuando inventaron la video casetera me empecé a preocupar, y ya a esta altura no tengo idea que están haciendo…
-Si, complicado programar la video casetera no?
-De eso también se encarga el diablo
-Lo nombraste!
-Si, entre nosotros nos jodemos así, lo nombro tanto que le lleno la casilla. Ustedes se llenan la boca hablando de la vida eterna y del paso del tiempo, lo sufren, escriben, leen, lo charlan… pero hay que bancarse toda la eternidad acá.
-Puedo quedarme acá toda la eternidad?
-mira... esta sobrevaluada la eternidad. Preferís un mes en la tierra o 10 años de eternidad?
-diez años no es eternidad
-parecías tan boludo… creí que comprabas mi propuesta…

Inesperadamente Gonzalo se encandila como nunca, se marea… tiene mucho frío, escucha pianos desafinados, violines con sonidos agudos insoportables, cuerdas de contrabajos que se cortan, y una soprano al grito de “iluso”…
Se despierta tirado en la esquina de Broadway y la 104, alejado de los teatros… cerca de bolsas de basura, sucio y con olor a whisky… nadie le creería nada… sin esperanzas palpa un bolsillo, siente algo… mete la mano y saca un fajo de dólares, sonríe tratando de recordar algo… entra a un hotel… pide una habitación y se da un baño…
Cuando salía de la ducha, se resbaló… pero se agarro a tiempo de la bacha y pensó
... “por poco”….

miércoles, 24 de diciembre de 2008

5 minutos

Existen muchas cosas en muchos lugares, si encontramos algo (cualquier cosa), en un lugar donde no debería ir podemos verlo como algo muy cómico, un ejemplo seria un guardavidas tirandose a una pileta para rescatar a un ahogado con un salvavidas colgando del cuello y un horno microondas en su mano.
Pero aveces podemos encontrar algo no tan gracioso...

Después de varios meses de investigación, recién puedo acercarme a una débil idea sobre la locacion de una imagen que ayuda a entender nada mas y nada menos, que el sentido de la vida. Sospecho que se encuentra entre San Telmo y plaza de mayo en la ciudad de Buenos Aires, todavía no me animo a acercarme mucho mas de lo que intente en el pasado. No por miedo a que la revelación sea desesperanzadora o por miedo a sentir que estuve perdiendo el tiempo, sino por que estoy casi seguro de que algo “mas grande” me lo imposibilita.

No tengo certeza sobre la imagen en si, pude estar representado en forma de Árbol, vendedor de garrapiñadas, de una hermosa mujer tomando sol, una publicidad de Coca-Cola, o simplemente… un perro callejero. Pero si tengo certeza sobre la imposibilidad física o mental de llegar a encontrarla, verla y que quede en la memoria de quien la vea.
Todas las personas que pasan por ahí y la descubren, ya sea por un impedimento divino o mundano retroceden automáticamente 5 minutos en el tiempo, olvidando lo que vieron. Es por esto que quienes se encuentran en la zona por casualidad entran en una eterna repetición no buscada. Recolecté algunos casos:

O- El encargado de un edificio cercano, rutinariamente se despertó para limpiar la vereda, después de 3 minutos de empezar con esa actividad se vio eclipsado por nuestro objeto de estudio, al retroceder 5 minutos, cree que todavía no empezó, y barre toda la vereda nuevamente. El problema no seria que barra 5 minutos mas, sino, que cuando terminan los 5 minutos vuelve a ver la imagen, y comienza todo el ciclo otra vez.

O- También hay una pareja de enamorados que descubren el desengaño amoroso cada 5 minutos, caminan de la mano juntos y cuando empiezan a sentir que no son el uno para el otro, retroceden volviendo a pasar por este descubrimiento eternamente.

O- Lo mas cómico es ver a un pintor que no llega a ver su obra terminada y sigue agregando pinturas de colores, superponiendo imágenes sobre las que creadas, estoy seguro que después de agregar imágenes durante días ya no debe tener idea que pretende lograr. Empieza dibujando una flor, pero cuando retrocede los 5 minutos sigue el diseño por otro rumbo totalmente diferente… transforma la incipiente flor en un mono comiendo bananas.

O- En toda esta escena dantesca, el que mas ayuda necesita es alguien que estaba sacando dinero del cajero, cuando retrocede sus 5 minutos, vuelve a retirar, calculo que a esta altura debe tener un saldo negativo de quince mil pesos.

Empecinado en descubrir el lugar exacto de esta ubicación, envié a un taxista con la consigna de que le pagaría el doble si descubre una escena sospechosa…

Hace 2 días que me llama cada 5 minutos para darme el siguiente mensaje:

“Creo que estoy cerca”

domingo, 30 de noviembre de 2008

Modifiquemos los cuentos para chicos!

Ni bien estamos en condiciones de entender un relato básico, desde muy chicos, nos cuentan historias, cuentos, relatos o leyendas. Algunos por ser tan inciertos cuentan con algo parecido a un “ vencimiento de credibilidad” que estará supeditado a cuan cuestionador sea quien lo escucha, o a que tenga un primo mayor que goce destruyendo ilusiones.
La lista de estos relatos no es corta, la encabeza un viejo gordo con ideas socialistas que reparte regalos bajo la condición de que los beneficiados “hayan sido buenos chicos”… es necesario sospechar que una persona de mas de ochenta años y con desordenes alimenticios, tenga una copia de cada llave que existe en el mundo y que pueda estar en mas de un lugar a la vez sin tener ni siquiera la mas remota idea sobre clonación.
Podemos seguir esta sospechosa lista con ratones que incluyen dientes y muelas en su sistema financiero, o con hombres misteriosos denominados “hombre de la bolsa” de quienes no tenemos información alguna, solo que son acreedores de una bolsa… parece ser que en nuestra infancia, o mejor dicho, en nuestra imaginación de niños, toda persona que posea una bolsa, puede ser clasificado como un villano peligroso.
Si nos detenemos diez segundos para pensar, no es fácil refutar todas estas historias, pero hay otro tipo de relatos que pertenecen a la literatura infantil cuya crueldad no se encuentra en su trama, sino en la ausencia de un prologo que advierta que los hechos que se leerán a continuación pueden no pasar en la vida real, al igual que las historias de papá Noel y sus secuaces. Esos cuentos son dignos de sospecha.
Todos escuchamos alguna vez sobre la princesa que vive encerrada en una torre esperando ser rescatada por un príncipe azul, pero nadie incluyó en ese cuento, que la princesa podría estar encerrada por ser inestable psicológicamente y no querer bajar, o que justo ese día que el príncipe llegaría, ella estaría indispuesta y preferir el ostracismo por tres días más.
Recuerdo historias de viejos capitanes que surcaban en océano en busca de grandes monstruos marinos, pero a ninguno se le interpuso un barco con doscientos integrantes de Green Peace mostrando carteles con frases como “salvemos a los calamares gigantes”.
No podemos olvidarnos de las frases como “vivieron felices y comieron perdices”, ¿acaso los vegetarianos no podrían ser felices en este mundo de fantasías?
¿Podríamos ser felices y comer una paella o un plato de pastas?
¿Será posible mandarle un mail a la princesa que habita la torre titulado “si queres que nos veamos baja, y sino, avisame por que a tres cuadras hay un complejo de torres con vista al río donde debe haber por lo menos cien minas mas”?
No seria mejor para los chicos contarles una historia donde los protagonistas se van de viaje a una playa paradisíaca… y se intoxican con los langostinos del “all inclusive”? También seria interesante incluir en estas modificaciones conceptuales a personajes con más marketing, como Batman. Donde al hombre murciélago le aumentan la tasa de interés del préstamo hipotecario, le embargan la Bati-Cueva y termina combatiendo al guasón desde el Bati-Altillo en la Bati-casa de sus Bati-padres, estacionando en Bati-Móvil en la calle con un traba-volantes.

Quizás bajando los cuentos infantiles a la realidad podemos anticiparnos a los desenlaces y llevar a cabo una campaña anti desilusiones, donde los chicos no armen castillitos de arena en la playa por que son concientes que a la larga va a llegar una ola y se los va a derrumbar…

… Pensándolo un poco mejor… dejemos los cuentos infantiles como fueron hasta ahora…

lunes, 28 de julio de 2008

Una vuelta por el purgatorio...

Hacia tres meses que no me cortaba el pelo… no era por seguir la moda, tampoco por una apuesta, ni mucho menos para ahorrarme veinte pesos. Simplemente me negaba a pasar treinta minutos hablando con el peluquero. Cualquier persona que sea o se crea despierta me preguntaría por que no cambio de lugar, la respuesta es que ya lo intenté. No hay caso…es como ver una piedra, si viste una, viste todas… si conoces a uno, los conociste a todos.
Evadir pasar ese tiempo sentado frente al espejo me ayudo a ganarme apodos como “peluca” y otros mas ridículos, pero prefería esto a enfrentarme a esa situación. Era obvio que el día llegaría… y llegó. Puedo decir que en mi afán de restar minutos perdidos, dedicados a esta actividad, elegí un lugar que me quede de pasada del trabajo a mi casa, y el día fue el más gris y ventoso de los últimos dos meses. Puedo adivinar que cualquier persona que se jacte de no ser para nada maniática me diría “ tanto tiempo ganaste? Que exagerado”… siéntanse invitados a multiplicar la hora y media que se pasa entre: ir al lugar, esperar su turno, cortarse y volver a su casa; por 12 veces (calculando un corte por mes) a lo largo de un año, pasarían lo que lleva llegar hasta puerto madryn cortándose el pelo… mucho peor… Hablando con el peluquero.
Intente entrar al local luminoso con tijeras grises pintadas en el vidrio de la puerta, pero estaba cerrado. Pocos segundos después me abrió la puerta y me invito a pasar, nos saludamos dándonos la mano y me senté en su sillón negro de frente a un espejo que ocupaba toda la pared. El hecho de que yo este sentado mientras el seguía parado a mi lado, sumado a la sensación de amplitud que nos vende engañosamente el espejo, mas el gran tamaño del sillón y la incomodes de tener un cobertor gastado de tantos lavados atado al cuello me hacían sentir que no tenia escapatoria, habría que contestarle las preguntas y seguirle sus diálogos tanto tiempo como el elija que tardaría en terminar con su trabajo.
Me pregunto por mi trabajo anterior, por el actual, y seguramente tenia planeada preguntarme por el próximo. No se olvido de indagar por los sueldos de toda la empresa y de todas y cada una de las “minitas”, como le encantaba decir mientras sonreía con cara de sádico y se le asomaba un hueco negro donde alguna vez una muela formó parte de su maxilar superior. Me esforcé por demostrar que cada risa o comentario que recibía de mi parte eran más falsas que las anteriores, pero parecía no importarle.
Durante un momento de lucidez se me ocurrió cerrar los ojos y comentarle lo cansado que estaba después de viajar en el tren cual sardina en una latita, pero el, mucho mas despierto que yo me quiso dejar tranquilo con una frase muy poco feliz “ quedate tranquilo que yo mientras te sigo hablando, que mal que anda el tren que viene por estos pagos, no? Ja ja ja”…. Mi cara inmutable… mi voz se llamo al silencio… Aguanté en ese estado dos minutos. Por que aprovechó que debía preguntarme como me dejaba las patillas para averiguar que miraba en le televisión a la noche mientras comía… Nunca imagine que a alguien le podía importar que mira la gente mientras come… pero parecía que a el si. Le conteste que alguna película por que los programas que había para ver no valían la pena. Era obvio que el tema no terminaría ahí, me contó indignado que no podía comer y leer subtítulos al mismo tiempo, que prefería mirar como bailaban en un caño y que había gente que se quejaba de las traducciones por que se perdía la voz original de los actores. Como tenia una navaja en la mano a 3 centímetros de mi yugular no me pareció necesario ni inteligente decirle que yo era uno de “los otros”, y por quinta vez esboce una sonrisa muy de juguete.
También quiso saber si tenia novia, mas sobre mi trabajo, sobre la facultad, sobre mis “compañeritas” (otra vez su risa draculiana), sobre mis vacaciones, y en algún punto demandaba que le ponga un puntaje a todas las “minitas” que pasaban por su vidriera, actividad que me ponía incomodo pensando que en cualquier momento pasaba su hija, su empleada, su amante o su empleada amante, y que justo yo les pondría un diez quedando en una situación poco remontable, menos remontable que la actual. Le regale la sexta sonrisa con enduido en mis músculos.
La pregunta numero 200 fue la única que me pareció una buena pregunta: “te gusta como te quedó el corte”, la verdad es que ni amagué a mirarme en el espejo, le dije que si con ganas de irme corriendo. Le pagué los 20 pesos que decía el cartel, pensé si había que darle propina, pero me pareció que no, lo salude con la mano acompañando el gesto con la frase “nos vemos cuando me crezca el pelo” y me perdí entre la gente que caminaba por la calle…

Mientras cerraba desde adentro la puerta con llaves, el peluquero pensó “tendría que haber sido jardinero, esto de estar 12 horas por día escuchando gente no da para mas, que me importa si este nabo aprueba o no las materias de la facultad o si cambia de trabajo”… dio media vuelta y palpó sus bolsillos traseros buscando los cigarrillos justo antes de dar vuelta un cartelito plástico que colgaba de la puerta transformando una señal de “ABIERTO” en “CERRADO”…